22 octubre 2005

Chascarrillo, grande.

A mi querida Cecilia, a mi amada Cecilia Buena,
Escucho Mariposas de Silvio Rodríguez, una de las tantas canciones que me recuerdan a vos. Hay algunas canciones que he podido separar de ti, o sea que puedo escucharlas sin torturarme. Pero Mariposas, Tu Fantasma y otras, como Ángel para un Final, me vencen. Me pasa muchas veces que pongo para escuchar el cd de Silvio y disfruto con todas las canciones, sin recordarte, solo pensando en lo que Silvio quiere decir, pero estas canciones te nombran, me hacen recordar esos momentos que vos conocés, exactamente esos que nunca quisimos que terminaran. “Que maneras más curiosas, de recordar tiene uno, que maneras más curiosas, hoy recuerdo mariposas que ayer solo fueron humo, mariposas, mariposas, que emergieron de lo oscuro, bailarinas silenciosas” Ya un poco desde lejos de esos momentos me doy cada vez más cuenta cuanto valían y que difíciles son de sentir. Esos momentos que te hicieron tan difícil el sacarme de tu vida. Esos momentos que te dieron miedo. Esos que te enamoraron. Esos que me enamoraron. Ahora escucho Tu Fantasma, la canción que más nos gusta, y que algún día ya alejado me la dedicaste. Allá por julio, creo. Pienso en nuestra última conversación, en nuestro último encuentro y me da tristeza. Dolor. Cuanto más grande el amor más es su precio. Vos y yo hemos pagado bien caro ese precio, con cientos de lágrimas. Me da tristeza. Yo te quiero mucho. No tiene sentido si nos queremos que terminemos así. Ni como amigos, peleando y con ganas de matarnos. Discutiendo, gritando. Eso es lo que más me llama la atención, y eso quiere decir aunque parezca raro, cuanto fuerte son los sentimientos. Desde abril he descubierto a dos Cecilias. Una que piensa y la otra que siente. La que piensa me quiere sacar de su vida porque lo único que traigo son problemas, a la cual yo la llamé mala, tal vez injustamente, no sé. Y la que siente me quiere mucho y no me quiere lejos, sino más bien cerca, la que yo llamé buena. “pero cuando quieras vuelve porque asecha tu fantasma”
No me quiero despedir de ti desde el dolor. Quiero recordar lo nuestro como algo lindo. Perdón por estas líneas que te hacen recordar y sentirte mal. Necesito descargarme en algo. No sé si leerás esto, solo necesito escribirlo. No se lo puedo contar a nadie, ya que evito pensarte, y nombrarte es caer en el dolor. Cuan exagerado este sentimiento. Muchos dicen que será por los obstáculos que existen, o el obstáculo, tal vez es cierto. "
Ahora comprendo cual era el ángel que entre nosotros pasó, era el más terrible, el implacable el más feroz”
Cecilia buena, lee estas lineas, y revivi, que te estoy esperando. Para que aprendamos juntos a ser amigos.

Comprende estas líneas no desde el frío ruido de la nada, sino desde el sonido de las canciones de Silvio Rodríguez que estoy escuchando ahora…

Perdón, Gracias, De Nada.
Ismael.

Este sábado sin sol no ayuda...




Hace una semana estabamos asi, tirados en el piso besandonos, y hoy pretendés q me olvide de vos de un dia para el otro. No es posible. Tu tampoco podrás. Quieramos o no ambos hemos entrado en la historia de la vida del otro, uno no se enamora de todo como dice Sabina. Asumo este dolor sin rabia, porque no se por que pero te quiero, será por lo mismo que vos me querés a mi. Me pregunto muchas cosas como cuanto me queres o de que forma lo haces, uno no deja de querer mucho a alguien de repente, pero ahora sé que esas preguntas simplementen no corresponden a la razón y por lo tanto no tienen respuesta. Ojala que la Cecilia buena me escuchara, que renaciera entre sus cenizas y me dijiera q me quiere.

12 octubre 2005

:-)

Te quiero te quiero te quiero te quiero
me muero de sueñoteno noninoni
y no se que tiene que ver con esto,
con ahora con nosotros con este blog
porque con tus encantmientos infernales me has arrancado la tranquilidad de mi primera vida el sol y la luna brillaban para mi sin artificio.No veía nada de malo, pues no tenia ojos, no escuchaba nada malo, pues no tenia oidosPERO ME VENGARÉ!!!

04 octubre 2005

Humillación / Tango

Yo no sabía del amor que se arrodilla,
balbuceando ruegos, manso de altiveces.
Fue de ese modo, con flaquezas que aún me humillan,
como en mi delirio, te llegué a querer.

Hoy que despierto frente a tu liviana pasión
en mi conciencia que sintió de lleno el rigor,
brota a despecho de este amor que me envilece,
el grito rebelde de mi humillación.

Odio este amor, que me humilló a tus antojos,
odio este amor, que me enseñó a suplicar.
Ansia torpe que me arrodilló
bajo el yugo de tu pretensión,
odio este amor que al doblegar mi entereza,
me rebajó, a mendigar tu calor.

No te reprocho si tu amor que fue inconstante,
puso en mi existencia, sombras de abandono;
ni tienes culpa si maldigo a cada instante,
lo que fue flaqueza de mi corazón.

Mía es la culpa por haber rodado a tus pies,
y es mi castigo condenar mi propia pasión,
frente al reproche de mi orgullo lastimado,
que no se consuela de su humillación.